viernes, 9 de septiembre de 2011

Te pertenece la vida.


Hay veces, días , meses o incluso años, en los que parece que un vacío por dentro no te deja continuar con tu vida, con tu rumbo. Un vacío que parece no  dejarte alcanzar las metas que te has propuesto. Entonces llega un día, mejor dicho El Día. Llega  el día en el que te das cuenta de que estar amargado, triste o vacío no te sirve de nada. Que la vida es un regalo con fecha de caducidad y que en menos de lo que te das cuenta ya está vencido. Es un regalo que no tiene ticket para devolverlo, ni garantía para cambiarlo por otra vida si algo hace que se rompa  y que todos tus sueños se desmoronen. La única garantía de este regalo, es el regalo en sí, es la vida. La vida te pertenece. Te pertenece cada suspiro que des cuando estés cansado de recorrer un camino que, aparentemente no tiene final; te pertenece cada sonrisa que tus labios esbocen por cualquier cosa, por insignificante que sea; te pertenece cada lágrima que tus ojos derramen ya sea por tristeza o por una gran alegría; te pertenece cada mirada que tus ojos echen a su alrededor, te pertenece cada carcajada con la que tu risa se exprese; te pertenece cada grito que tu voz, tu alma y tu cuerpo utilicen para pedir aliento. Te pertenece cada pena y cada alegría. Te pertenece cada error y cada acierto. Te pertenece la vida.

5 comentarios:

  1. A veces los mayores deberíamos escuchara más a menudo a ustedes, EL FUTURO. Después de leerte, siento que tal, vez, sólo tal vez, no todo esté perdido.

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  2. Y sobretodo, nadie tiene porqué arrebatarnos o encauzarnos o entorpecernos esta vida y todo lo que le rodea, porque la vida viene con un valor agregado que es nada menos que todo el universo.

    Es un gran honor acceder a tus letras, Natalia. Elucubro que eres hija de mi querido amigo Jesús. Se nota el traspaso de una mirada, la potencia de una voz transferida, el relevo de la sangre.

    Un fuerte abrazo desde Chile.

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  3. Jesús, es cierto, no todo está perdido.
    Pero el futuro, como tu dices debería de aprender también del pasado, de los errores cometidos, y ser cada vez mejores.
    Muchas Gracias

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  4. Hola Jorge, el honor es todo mío de que leas mi blog y comentes en aquellas entradas que te gusten. Sí, soy la hija de Jesús, y para mi es todo un placer que asegures que se nota el relevo de la sangre.
    Muchas Gracias.

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  5. ¡Ya decía yo que esa forma de escribir me recordaba a alguien! Ahora lo entiendo. Ya se sabe: hija de gato, caza ratones, que decimos por mi tierra. Si me gusta la forma de pensar y de expresarse de tu padre, me encanta la tuya a pesar de lo joven que pareces.
    Un gran saludo y mucha admiración.

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